Apreciaciones sobre
Electra de Eurípides
Guillermo Álvarez Marín, Miembro de Átropos, Conversatorio del teatro griego.
Casa del Teatro Medellín, Biblioteca Gilberto Martínez. Medellín, 2021
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Resumen de la obra
Al regresar Agamenón, rey de Argos, de la guerra de Troya, victorioso, es asesinado por su esposa Clitemestra y su amante Egisto, como venganza tras haber sacrificado aquel a su hija Ifigenia, en ofrecimiento a la diosa Artemis, para que les propiciará vientos favorables para navegar a Troya.
Después los causantes del crimen: Clitemnestra y Egisto se casan y Egisto se convierte en rey de Argos.
Egisto, que conoce las intenciones de Orestes y Electra, los hijos de Agamenón, de vengar a su padre, envía a Orestes donde un familiar, a la casa de Pílades, en un lugar llamado Fócida y a Electra la obliga a casarse con un campesino labrador en una población llamada Micenas, evitando la posibilidad de que se casara con un guerrero suficientemente fuerte como para vengar la muerte de su padre, o para evitar que tuviera prole noble, por ser su esposo campesino y ella de linaje rico. Pero ella dentro de su matrimonio, nunca tuvo contacto carnal, conservándose virgen.
Al tiempo, ya Orestes adulto, regresa disfrazado a buscar a su hermana, la que vivía con su esposo en una granja; lo acompaña Pílades.
Electra cada día se lamentaba de su suerte, sollozaba y lloraba por el azaroso destino, por el destierro de su hermano y por la muerte de su padre; Orestes y Pilades estando cerca la escucharon.
Llega un mensajero que interrumpe su lamento invitándole a un festín en honor de la diosa Hera, ya que todas las doncellas Argivas estaban convocadas, con la cual a la vez les clamaren ayuda; Electra rechaza la invitación, pues, prefería permanecer en la granja lejos de los ojos lastimeros de la gente de Argos.
Luego percatandose de la presencia de los recién llegados (Orestes y Pílades), como no los conocía, pensó que eran amigos de Orestes y les narró la historia de su dolor, del maltrato que su hermano había recibido por parte de Egisto al desterrarlo y el de ella que la había bajado a lo más vil de su nobleza y cómo ansiaba que Orestes regresa pronto para vengar la muerte de Agamenón su padre.
Mientras tanto, Egisto temía por el retorno de Orestes por lo que había ofrecido una recompensa a quien le diera muerte.
Electra reconoce a Orestes, por una cicatriz que tenía en la frente. Entonces, él y Pílades, el viejo anciano quien había llevado lejos de Argos a Orestes cuando el destierro, de inmediato planean la venganza.
Orestes y Pílades acuden a una fiesta de sacrificio que Egisto preside; mientras tanto, Electra manda a su esposo a comunicarle a Clítemestra su madre, la mentira que había dado a luz a un bebé, pues, era la única manera de hacerla acudir de inmediato.
Tanto Electra como Orestes, invocan la ayuda de los dioses, en su deseo permanente de venganza por la muerte de su padre.
Estando Egisto preparando la fiesta de sacrificio en honor a los dioses, cuando Orestes y Pílades pasan por un lado del jardín, se saludan y le dicen que ellos eran de Tesalia y que estaban en camino para hacerle un sacrificio a Zeus, entonces, Egisto les dijo que él también estaba en ese momento preparando un sacrificio a las ninfas (Doncellas hijas de Zeus, que son espíritus divinos de gracia angelical) y los invitó a que se quedaran, ellos aceptaron la invitación.
En el holocausto, Egisto sacrifica un ternero y mientras estaba extrayéndole las entrañas al animal, Orestes le clava un cuchillo por la espalda y lo mata.
Una vez que lo asesina, convence a los esclavos de Egisto para que no le hagan daño a él ni a su compañero Pílades, argumentando que ellos cuando su padre Agamenón estaba vivo habían sido bien tratados y remunerados.
Entonces, Orestes condujo el cadáver de Egisto a la granja donde residía Electra, allí lo ocultó.
Cuando Clitemestra se acercaba a la granja. a Orestes le entra una duda y temor de asesinar a su madre, pues, él creía que el matricidio causaría ira en los dioses, fue su hermana Electra la que lo persuade y le recuerda que un oráculo le había vaticinado que debía matar a Egisto y a Clitemestra. Orestes se esconde para no ser visto por su madre.
Clitemestra, en defensa propia, argumenta que asesinó a Agamenón, porque este había sacrificado a Ifigenia, su hija pequeña, en ofrenda a los dioses, al inicio de la expedición a Troya y que había vuelto a Argos con Casandra, princesa troyana, como su concubina.
Al entrar la reina en la cabaña pobre para preparar un sacrificio para el supuesto recién nacido de Electra es asesinada por Orestes, quien luego del hecho gimió acongojado por aquel acto violento, por el derramamiento de sangre y por el matricidio en el que los dioses le habían metido.
Los Dioscuros Cástor y Pólux, hijos gemelos de Zeus y hermanos de Clitemestra, se presentan ante Orestes y Electra perturbados. con una mezcla de sentimientos de amor y de odio, de orgullo y vergüenza, por tan grandes hechos de crueldad; estos cuestionaron la sabiduría de Apolo, cuyo oráculo había vaticinado las acciones que se produjeron; entonces, de ellos surge un decreto con el cual Orestes da a Electra en matrimonio a Pílades y él debe andar errante por el mundo hasta entrar en un juicio en Atenas, donde sería absuelto.
Apreciación
Eurípides en esta tragedia desarrolla y maneja recursos expresivos que se enmarcan en el mundo de hoy; allí encontramos situaciones de justicia, venganza y de celos y frases concebidas importantes para mí.
De muchas preferí para el análisis: “matando con justicia a los injustos”; “el marido de su esposo y no la mujer de su marido”; “la perversidad de cada uno impedía ver en ella tu maldad y a ti su infamia”; “es vergonzoso que la mujer y no el hombre mande en la casa”; “detesto a los hijos que en la ciudad no llevan el nombre del padre sino el de la madre”; “cuando el hombre se casa con una mujer de posición superior a la suya, él no vale nada, y sólo se tiene en cuenta a ella”; “has hablado con justicia, pero esa justicia es infame”; “nadie, pues, ame la injusticia ni navegue con compañeros perjuros”.
En el marco del derecho político, Orestes no es culpable, todo su accionar está dado en lo vaticinado por el oráculo y se desarrolló tal como se le predijo. La venganza y el odio, tanto de Orestes como de Electra hacia su madre, forman una concepción filosófica que engendra discusiones varias, si imaginamos la situación y el análisis dentro del “complejo de Edipo” y el “de Electra”, de represión y remordimiento, sobre todo, el de la concubina de Agamenón, (Casandra) quien puede ver el futuro, pero no puede evitarlo.
Todos estos conceptos, entran en discusión en las secciones de Átropos que cada viernes se tiene, ya sea virtual o presencial en Casa del Teatro de Medellín, Biblioteca Gilberto Martínez, a las 4 de la tarde, por lo que invitamos a participar a quien tenga el gusto de leer esta interpretación.