Carta a
Tiresias
Luis Alfonso Isaza Velasquez. Alias Tiresias, Miembro de Átropos, 2021
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Señor de los cielos y de la tierra, que conjugas lo divino con la adivinación:
¡Oh¡ TIRESIAS, hijo de la naturaleza divina y adivino de los bienes hechos del hombre, clarificador de las cosas terrenales y humanas de la maldad, el desasosiego, el desorden, el crimen, la maldad y los siete pecados capitales; yo te llamo a que con tus interpretaciones de lo divino, y las divinidades de los dioses, y de las diosas, pido, que penséis en los hombres mortales, tú que comprendes el lenguaje presentado por las divinidades, tú que sientes los elementos del metal, el agua, la madera, el fuego y la tierra. Aquí estoy, como mortal suplicante, como la estrofa y la antistrofa, como el coro y anti coro para que nos muestres los destinos, mi destino aquí en la tierra; me deis, mi futuro, que lo veo lejano, borroso y distante de mi fuerza, de mi suerte, por el castigo que los dioses presentan y nos hacen en este mundo, para que nos lleves a la iluminación y no nos dejes caer de la devastación, de los caprichos, de los humanos mortales, que nos alejes navegando fuera de las aguas de ARES y nos abracen en las aguas de ZEUS, de ATENEA, entre todas las divinidades de los buenos augurios.
TIRESIAS, te suplico; desde los montes de mi pueblo, te haré ruegos, ayunos, te prenderé velas, te quemaré incienso, por los siglos de los siglos. TIRESIAS, nos encontramos en los jardines de las artes adivinatorias, donde discutiremos los hechos trascendentales de los humanos, de las generaciones de las generaciones.