El teatro del mimo:

de la historia a las técnicas, reseña del libro “Etienne Decroux un maestro oculto” de Daniel Baena Durán

Luis Guillermo Álvarez, miembro de Átropos, conversatorio del teatro griego, Casa del Teatro de Medellín, Biblioteca Gilberto Martínez, 2021

gama2710@gmail.com

En su obra Daniel Baena nos presenta algunas técnicas importantes de la puesta en escena del MIMO, basadas en la obra de ETIENNE DECROUX, un maestro e investigador de la dramaturgia del actor mimo, nacido en Francia en el año de 1.898 y fallecido en 1.991.

Daniel en su libro recopila toda una estructura histórica sobre el método de la mima; en ella convergen los chamanes como inicialistas del quehacer del mimo, los griegos como Tespis, Sófocles y Eurípides que plantean ingresar un número mayor de actores a la puesta en escena, donde cobran vida las expresiones faciales, la habilidad del gesto y los movimientos de los brazos y el  teatro romano donde los espectáculos se daban sin máscaras y los papeles femeninos eran interpretados por mujeres quienes al finalizar la función terminaban desnudas.

Seguidamente, se establece la diferencia entre pantomimo y mimo, el primero cierra la boca al orador, utiliza todas las partes del cuerpo y realiza gestos en su actuación; su lugar está en el púlpito y el segundo utiliza el teatro, considerado género para- teatral, inicialmente tomado como un entretenimiento de relleno de entreactos en las tragedias griegas, para pasar a ser preferido por los pueblos Romanos. Hoy es una de las manifestaciones artísticas más atractivas.

Y estamos ante un MIMO MODERNO, que parte de una base técnico-corporal: el cuerpo. Definido como una unidad compuesta por una serie de códigos, categorías y técnicas donde se desarrolla el lenguaje codificado que crea su propio universo; entonces, a partir de esa definición se utiliza el término MIMA CORPÓREA, donde el cuerpo surge desde lo físico pasando por lo metafórico, creando símbolos para finalmente llegar a lo arquetípico, razón por lo cual el mimo no pasa de moda, por el contrario, cada día su desarrollo se hace más técnico y más científico.

A partir de allí, surgen cuatro categorías importantes que el actor mimo tiene que aplicar:

  1. El hombre de deportes: artesanos, trabajadores etc.
  2. El hombre de salón.
  3. El hombre soñando.
  4. La estatua móvil.

Ellas necesariamente tienen que admitir el concepto de tensión, de resistencia y de presión muscular como elementos de la física y el conflicto material, como fundamento a la actividad social del hombre en el entorno político de cada individuo.

Daniel Baena describe con argumentos claros, como, a través del tiempo, se desarrolló el MIMO CORPORAL, y allí lo define como un objeto, sujeto, drama, conflicto, música a través del cuerpo: ACTOR-MIMO.

Ahora bien, fundamenta y dice que el Actor Mimo como tal necesariamente tiene que ser creador en el hecho teatral; y afirma que la escuela es la encargada de proveer las herramientas necesarias para que este cumpla con las funciones, con la percepción, con el estudio y la expresión actoral.

Con base a lo anterior, la dramaturgia del Actor-Mimo se plantea y considera cinco etapas a saber, para su entendimiento pedagógico:

  1. Entrenamiento físico. El actor lo debe realizar de manera disciplinada.
  2. Técnica del mimo corporal. Trabajo riguroso y preciso.
  3. Improvisaciones corporales. Se busca la exploración corporal con unos cuerpos definidos, que responden a un lenguaje codificado.
  4. Composiciones. Es la suma de las improvisaciones que se van sumando a la dinámica corporal y rítmica.
  5. Creación de la obra. Etapa final, lista la obra para realizarse.

El principio fundamental del MIMO CORPORAL DRAMÁTICO, es cristalizar el tiempo y el espacio de una acción y materializarlas o hacerlas visibles en el trabajo muscular; así, la técnica enlaza unos elementos definidos y estrictamente rigurosos para la puesta en escena:

El tiempo: Se fusionan el pasado el presente y el futuro
El ritmo: movimiento extremadamente variado, según la velocidad y la duración.
El tiempo musical: como la danza urbana que utiliza la musculatura y la articulación del cuerpo al ritmo de la música.
El tiempo situacional o contextual: Permite ver a través del cuerpo que es lo que está pensando o va a realizar.
Causalidad corporal: se parte del principio causa-efecto, la sensibilidad implica desarrollo de los músculos.

Finalmente, el libro nos presenta una serie de TÉCNICAS-EJERCICIOS para que el Actor Mimo llegue a su máxima expresión, algunos son individuales, otros se deben desarrollarse colectivamente.

Con la barra.
Con el lazo.
Con los resortes.

De fuerzas: impulsos y contenciones

De conflictos:

  • Acción-cuerpo
  • Acción-espacio
  • Acción-tiempo
  • Acción-objeto

De relajación secreta: contracción muscular sin tensión.

De relajación del cuerpo articular: movimientos del tronco, movimientos de geometría, movimientos de destreza con intuición matemática y física esenciales para el desarrollo del mimo-actor, y ejercicios de rítmica para probar los tiempos con respecto al espacio.

Ejercicios de composiciones tridimensionales con la cabeza, el busto, el tronco; de traslación, del espacio, la aplicación del juego de los octavos especialmente en las rotaciones.

El desarrollo de estos ejercicios sirve para afirmar que el cuerpo humano se desarrolla en 3 dimensiones: Altura, Anchura y profundidad.

Este libro reúne todo un tratado sobre la puesta en escena del Mimo y sirve a la vez, como aporte al actor teatral y a aquellos que se han comprometido con el desarrollo de la danza.

Cabe destacar, que durante su recorrido abundan profundamente los conceptos que, Etienne Decroux, desarrolló en su escuela, como técnica auténtica, basada en los principios de la articulación corporal, el ritmo, la interpretación y los contrapesos; además, el pensamiento como tal, para la reflexión y el cuestionamiento del hombre esencial para el drama humano.

Todo esto no es más, que el reflejo del hombre, desesperado por la lucha frontal por la supervivencia, por el bienestar, aunque los sistemas sociales generen abiertamente la explotación del hombre por el hombre; es la respuesta del hombre de hoy por la lucha contra el hambre y la pobreza, sobre la abundancia de unos pocos, ante los ojos del ser supremo.